Guiar a los niños en la resolución de conflictos se convierte en una herramienta de aprendizaje y desarrollo muy valiosa. A través del conflicto situamos al niño en una situación ideal de aprendizaje donde tendrá que idear soluciones y seleccionar la más adecuada para ponerla en marcha, ya que, a través de los conflictos:
- Se desarrollan las habilidades sociales del niño.
- Entrenan su capacidad de empatía.
- El niño aprende competencias básicas para el desarrollo de la escucha, el diálogo y el respeto mutuo.
- Aprenden a tomar decisiones.
- Desarrollan la capacidad de enfrentarse a las dificultades.
Por todo ello, en nuestro colegio, hemos puesto en marcha un Programa de Mediación que comienza desde la etapa de infantil y se prolonga hasta la etapa de Bachillerato. Para ello existe un equipo de especialistas, debidamente formados, que se encarga de la puesta en marcha, la coordinación y el seguimiento a lo largo de todos los cursos. Este programa tiene tres versiones diferentes, una para cada etapa.
- En Educación Infantil, va encaminado a la resolución de conflictos, en su comienzo, está orientado por el adulto, en este caso la maestra, siendo más adelante el niño el que vea la necesidad de resolver el conflicto acudiendo a la mediación. Pueden solicitar ayuda a la maestra, cuyo papel es medir los tiempos de intervención. Al final, el conflicto debe quedar resuelto.
- Para llevarlo a cabo se crea un rincón con dos símbolos, siendo cada uno de ellos una BOCA y una OREJA que representan el turno en el que resuelven el conflicto. Todo ello, respetando el icono en el que están situados, escuchando al que habla y buscando, entre ambos, una solución a su conflicto.