Es importante crear unos buenos hábitos alimentarios en la infancia ya que serán difíciles de cambiar, por lo que merece la pena hacer el máximo esfuerzo educativo a estas edades con el fin de inculcar hábitos alimentarios y de vida saludable.
Una merienda saludable aporta a los niños los siguientes beneficios:
A media mañana dejamos un tiempo para que los niños coman la fruta que han traído previamente preparada de casa, comen todos juntos favoreciendo la imitación al ver al resto de compañeros comer, les motivamos a probar frutas nuevas, todo ello en un ambiente de confianza y tranquilidad, sin obligaciones solo con motivación y comprensión.
Además nuestras meriendas saludables nos ayudan a cuidar al máximo el entorno de los niños con alergias e intolerancias.